domingo, 24 de junio de 2012


A pesar de las críticas que ha tenido el merengueros por su descenso, Sergio Vargas, demostró “en dos tono” que el merengue aun sigue predominando en el gusto de la gente.

Entre boleros y merengues el “Negrito de Villa” con su espectáculo atrajo a cientos de fanáticos el pasado viernes hacia las instalaciones del Maunaloa, donde fueron testigo de una velada inolvidable.

Vestido con la peculiaridad que suele hacer sus presentaciones, Sergio, al instante de subir al escenario rápidamente conecto con el auditorio amenizando el ambiente a ritmo de boleros como “Tu que no sabes”, “Como un bolero”, “Que bueno verte” y “No me importa”.

El público pudo disfrutar al máximo cada una de las interpretaciones del “Negrito de Villa”, en las cuales la alegría y el buen ánimo que irradia en tarima se adueñaron del lugar entre comentarios jocosos y una mezcla de picardía que hicieron del espectáculo una velada placentera.

Luego de hacer una pausa para agradecer al público por estar presente, Sergio continuó con lo más esperado de la noche: “los merengues clásicos”.

Y mientras una animada pareja bailaba en un acogido lugar, decenas de dúos le siguieron los pasos, convirtiendo un pequeño espacio en una verdadera pista de baile.

En la atmósfera se pudo apreciar clásicos como “Dime donde”, “Delirio”, “La quiero a morir” y “La ventanita”, el entusiasta artista no permitió que la multitud dejara de disfrutar en todo momento.

Para hacer más emocionante el recital, Vargas invito a subir a las tablas a uno de los grande de lo “tiempos dorado”, Alex Buenos, quienes juntos cantaron “Madre mía”.

“La filarmónica de Villa” como la denomina el mismo Sergio, estuvo compuesta de 12 músicos y un vocalista. Cabe resaltar el majestuoso juego de luces que hicieron de show más emocionante.

Con un Maunaloa casi repleto, para finalizar el concierto de una hora y media, que contó con la producción del empresario artístico Ramsés Peralta, interpretó “Amor del bueno” y “Te solté”.

Aunque para muchos su duración en el escenario fue efímera ya que se quedaron esperando más, sin lugar a duda Sergio Vargas, sigue demostrando ser considerado como uno de los más grande merengueros dominicano.
 
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