Desde La Isla del Encanto entre 1998 y el 2001, logró gran relevancia y participó en importantes producciones que en aquel entonces marcaron una pauta, como son: “The White”, “Proyecto X”, “Cosa Nostra”, “Perreo”, “Royal family”, entre muchos otros; pero también como muchos otros que prueban a temprana edad un mundo no antes explorado basado en la atención, cayó en las drogas, perdiendo poco a poco gran parte de su trabajo y saliéndose del camino correcto por completo.
Omany, aunque continuó proponiendo música y creando desde su barrio natal “Los Mina”, llegó al punto de vivir en la calle y dormir en cementerios afectado por esta horrible enfermedad. Le tomó años volver a encontrarse consigo mismo y con su verdadera música, la que hoy, a más de 10 años de haber abandonado las drogas y de haber encontrado una fe que le soporta “un día a la vez”, vuelve a proponer decidido a dejar una huella, incluso más allá de ella, alentando a otros a través de su historia de vida.
“A veces es necesario perderlo todo para encontrarte a ti mismo, y ese fue exactamente mi caso. Y me siento agradecido de tener una nueva oportunidad, no todos pueden decir lo mismo, por eso sé que soy muy afortunado. Vine a crear de nuevo, desde cero, con todo el impulso como el primer día, pero esta vez consciente de que mi labor no es solo hacer música, también es no parar de contar lo que viví para que aunque sea una persona que me escuche pueda decir “Basta” al consumo de drogas, y salir adelante”, expresó Omany.