lunes, 19 de noviembre de 2012

Mis queridos /as lectores, en esta ocasión decidí transmitir otro tipo de mensaje a través de este artículo, espero sea de su agrado.
Escuché por ahí que una vez un hombre viajaba por el océano y su barco se hundió, quedó a la deriva por varios días antes de que milagrosamente fuera encontrado por un pescador.

Al recuperarse de su pésima condición, conto el peor error que había cometido. Al sentir una sed desesperante bebía agua salada, y por la sal contenida en la misma, lejos de saciarse sentía más sed y introducía sal y arena a su cuerpo que lo deshidrataba aún más.

Muchas veces nosotros somos como el hombre de la historia, y cuando sentimos sed de amor, cariño, comprensión o atención, la buscamos en cosas que lejos de saciarnos nos dejan peor que antes. Así, el solitario se refugia en otro más solitario, el que está a falta de amor lo busca en los placeres y la vida un tanto desenfrenada, el incomprendido se refugia en vicios y mal carácter para llamar la atención. Es hora de que dejemos de llenar nuestro cuerpo de agua salada….

Si ubicamos la Biblia encontraran algún pasaje bíblico que nos dice  “Yo soy el pan que da VIDA, el que viene a mi nunca tendrá hambre, y el que cree en mi nunca tendrá SED”  

Así que no busques mas saciar tu sed, cualquiera que sea, en las cosas equivocadas. El único que puede saciarte es tu amigo y creador… DIOS!....

Nota: Puedes seguirme en twitter @ileanaespino


ESPACIO PUBLICITARIO

 
message