jueves, 20 de mayo de 2010

Por Joselin Rodriguez (Alegría)

Más de tres años transcurrieron desde que el aclamado cantautor español Joaquín Sabina se presentó en suelo dominicano. Ese tiempo de ausencia y de complicidad con el público local y extranjero se olvidó con el magnífico concierto “Vinagre y rosas”, en el que el poeta urbano llevó a sus aproximadamente cinco mil fans al delirio.



Enojo y disculpa
Sabina en una ocasión pidió que apagaran las luces, pero el enojo mayor vino con las constantes fotos que le hacían y porque cuando estaba declamando, el público hacía tanta bulla que sus palabras no se escuchaban. “Si yo fuera ustedes y no quisieran oirme no hubiera pagado. Más...

 
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